
La ponencia nos propone un viaje por distintas ‘arenas’ y una mirada hacia los horizontes que se abren para la fabricación europea en la próxima década.
Los humanoides y robots industriales no convencionales que dejan de ser ciencia‑ficción: en 2024 su costo unitario cayó un 40 % mientras los salarios europeos subieron un 5 %, acercando la paridad económico‑funcional con los operarios. Este salto de productividad coincide con un déficit global de 8 millones de trabajadores para 2030. No sólo su uso sino su fabricación y programación pueden ser una oportunidad.
La movilidad aérea urbana y la llamada ‘low altitude economy’. Europa aspira a liderar un mercado que puede representar un tercio del global: la Agencia de Seguridad Aérea de la UE estima la creación de 90 000 empleos y un volumen de 4,2 milmillones € en 2030. El mercado mundial de aerotaxis, valorado en 3,3 milmillones US$ en 2025, podría alcanzar 20,5 milmillones US$ en 2035 gracias a vehículos eléctricos de despegue vertical y a infraestructuras de vertipuertos.
En el ámbito energético, la UE está experimentando una transición histórica: la cuota de renovables en la generación eléctrica subió del 34 % en 2019 al 47 % en 2024, mientras los combustibles fósiles cayeron al 29 %. Sin embargo, el hidrógeno aún representa menos del 2 % del consumo energético europeo y el 96 % se produce a partir de gas natural; por ello la estrategia REPowerEU fija la meta de producir 10 millones de toneladas e importar otras 10 para 2030 y que en 2050 cubra un 10 % de la energía continental. La capacidad electrolítica europea alcanzó apenas el 0,4 % del total de producción de hidrógeno, lo que invita a una industrialización acelerada de electrolizadores, pilas de combustible y logística del hidrógeno. La “economía del hidrógeno” exige fabricar a gran escala electrolizadores, tanques y componentes, conectando máquinas‑herramienta con química y energía.
En construcción, la industrialización avanza en parte gracias a la impresión 3D pero también con nuevos modelos de automatización de prefabricados o de la incorporación de tecnologías industriales avanzadas con visión artificial y robótica en la propia ejecución. La creciente necesidad de mano de obra cualificada y de acortar los tiempos de obra en más de un 70 % y disminuir un 60 % los residuos, abre oportunidades a nuevos actores del mundo fabril.
Finalmente se reflexionará sobre las oportunidades alrededor de las tecnologías cuánticas y su mercado emergente: la inversión privada en 2023 alcanzó 6,7 milmillones US$ en computación cuántica y 1,2 milmillones US$ en comunicación cuántica; se prevé que el mercado de computación cuántica pase a 6,5 milmillones US$ para 2030, y a 72 milmillones US$ para 2035. Esto generará demanda de nuevos equipos de fabricación de chips fotónicos, circuitos superconductores, sensores criogénicos y fibras cuánticas. Capítulo aparte merecen los equipos para el desarrollo de sensores cuánticos.
Con estos datos, la ponencia pretende inspirar a la audiencia para explorar nuevas alianzas, inversiones y capacidades. Las “New Arenas” no solo redefinirán productos y procesos: marcarán el rumbo de una industria que busca ser más eficiente, digital, limpia y humana.